Hoy compartiremos un poco sobre la vida de Celso Jiménez Reyes, el guatemalteco de 32 años que el 18 de noviembre de 2017 hizo su primera profesión en el Santuario de San Ramón, Lleida.
¿Cómo fue ese momento en el que sentiste el llamado de Dios a la vida religiosa?
Fue por la invitación de un amigo al que yo tenía mucho tiempo de no contactarlo, y un día lo encontré conectado a Facebook. Le pregunté qué hacía y me contó que estaba en la vida religiosa con los Mercedarios. No sabía quiénes eran los Mercedarios, así que le pregunté por ellos y me explicó e invitó a que fuera a las convivencias. Fui, pero yo ya estaba haciendo proceso con los escalabrinianos, y finalmente me decidí por esta orden porque me gusta muchísimo el carisma mercedario.
¿Cómo te sientes días previos a la primera profesión en este camino de vocación mercedaria?
Previo a la profesión me siento motivado, con ganas, emocionado, y sobre todo muy agradecido con Dios porque en este año de noviciado he aprendido mucho, y sobre todo me he encontrado. En este año que pasa Dios quiso darme esa oportunidad de conocerle más y conocer más sobre el carisma Mercedario.
¿Qué expectativas tienes del paso que das y lo que viene después?
Este año te prepara para vivir en comunidad, te prepara para ser tú mismo, ha marcado mi corazón con el sello de la Merced.
Esta decisión se toma con libertad y este año trabajas en eso, tu libertad, para poder dar el paso… libre para que puedas liberar.
¿Qué te llevas de tu experiencia durante este año como novicio mercedario en Lleida, España?
Fue un año de experiencia que marca mi encuentro con mis hermanos, mi comunidad, donde los pude conocer más afondo, un año de configuración con Cristo Redentor, un año al que llamo ‘el año de Encuentro y Retiro para estar con el Maestro y La Madre’ por supuesto la Virgen de la Merced. Este año marca el paso para una nueva etapa, de entrega, una etapa en la que Dios está a tu lado.
Las experiencias que me llevo son muchas, pero mencionaré dos: el ir a la cárcel y tener contacto con los presos nos identifica mucho con nuestro carisma. Lo otro es estar con la gente, sobretodo la tranquilidad y la paz que uno vive aquí en San Ramón.
“El noviciado es estar libres para liberar, y la Merced es Libertad“
El Celso Jiménez hoy
Fray Celso Jiménez Reyes terminó el noviciado mercedario en noviembre de 2017 y luego partió a Guatemala.
Allí, en el Seminario San Pedro Nolasco, continúa hoy en día (2020) en su proceso de formación religiosa junto a una comunidad muy nutrida y que en común camina de la mano de María de la Merced.
Junto a él están otros jóvenes como Fray Andrés Jaimes y Fray Abel Pérez, entre otros.
Por él y sus compañeros de proceso vocacional mercedario oramos todos los días.