Francisco Alises Romero es un osado. Enfrentó sus temores y dijo un día “no tendré más miedo porque sé que Dios está conmigo”. Así fue como se decidió ingresar en la Orden que tiene como patrona a María de La Merced.
Entonces decidió experimentar por qué Dios lo había llamado a la vida religiosa… y en la actualidad lo vive con inmenso gozo y alegría.
Nació en Manzanares, un municipio situado al oriente de Ciudad Real, Comunidad de Castilla La Mancha, en el año 1988.
Como la mayoría de jóvenes, disfrutaba de una vida “común y corriente”, salía con sus amigos, quedaba por la noche y esto lo compaginaba con su profesión de enfermero.
Vestido con su bata blanca hizo las prácticas en un hospital y posteriormente laboró en residencias para ancianos, pero a pesar de ello se sentía insatisfecho.
Cómo surgió la vida religiosa para Francisco Alises
Poco a poco empezó a sentir inquietud por la vida religiosa, pero siempre se presentaba la duda y el miedo a dar el paso; quizá el mismo miedo que muchos jóvenes pueden tener en este momento.
“Es cierto que hasta que uno no lo prueba, no sabe. No queda otra que experimentarla y por ello le aposté a esto. Es una experiencia para vivirla, para enriquecerse, que no trae nada malo.
“Al contrario todo lo que pueda traer es bueno: en cuanto a conocimiento a nivel personal, de un carisma, de la orden, de familia, el compartir, en fin no hay nada malo en esto de probar o saborear esta vida del Señor. Aquí se gana todo”, manifiesta.
Francisco Alises, –Fran para los amigos– añade que en el tiempo que lleva de haber ingresado a la Orden Mercedaria ha ido encontrando la respuesta a esa falta de sentido que tenía antes su vida.
“Es verdad que uno encuentra más personas con las que comparte muchas cosas, y esto es valioso. Con los novicios voy compartiendo esa vida, sus procesos y el mío, su experiencia y nos animamos para continuar para adelante. En este caso uno se siente en familia”, añade.
Pertenece a la Provincia Mercedaria de Castilla.
Ver también
Recursos para orar por las vocaciones mercedarias