Tras la Liturgia de la Palabra se realizó el primer rito de la Ordenación diaconal: la elección del candidato.
El Padre Superior de la Comunidad de Castellón llamó por su nombre al que va a realizar su Ordenación.
A continuación, el Padre Provincial de la Merced de Aragón pidió a Monseñor Casimiro que Fray César fuera ordenado Diácono. Tras considerar su dignidad, fue elegido para el Orden de los diáconos.
Después Don Casimiro realizó la homilía, destacando en primer lugar el proceso vocacional de Fray César, después recordando la importancia de la vocación cristiana, tanto a la Vida Sacerdotal, Vida Consagrada y Vida Matrimonial, porque todos estamos llamados por Dios a una vocación.
Continuó y concluyó la homilía recordando las características del ministerio del diaconado
Después, continuó el rito de la Ordenación diaconal.
En primer lugar, Fray César realizó las promesas que comprometen este ministerio ante el Obispo ordenante.
Siguió el rezo de las letanías, donde Fray César se prostró en el suelo, como signo de humildad ante la grandeza del Señor, y signo de disponibilidad a la acción de Dios en su vida.
Luego, el momento central de la ordenación que es la imposición de manos del Obispo y la plegaria de ordenación.
Concluida la parte central del rito, Fray César fue revestido con la estola al estilo diaconal y la dalmática, prenda litúrgica propia del diácono; después le hizo entrega del libro de los Evangelios; concluyendo el rito de la Ordenación con el beso de paz del Obispo ordenante y de los Diáconos presentes.