De manos de Mons. Casimiro López Llorente

Parroquia de San José Obrero de Castellón

El sábado 29 de octubre a las 18h comenzó la solemne Eucaristía en la que, de manos del Obispo de la Diócesis, se ordenó Diácono a Fray César De Nazaret.

Una celebración concelebrada por el P. Provincial de la Merced de Aragón, los Religiosos de la Comunidad de Castellón, a la que Fray César pertenece, Religiosos venidos de otras Comunidades y Clero diocesano.

El coro parroquial Betsaida se encargó de la parte musical.

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Es oficio del diácono:

administrar solemnemente el Bautismo,

reservar y distribuir la Eucaristía,

asistir al Matrimonio y bendecirlo en nombre de la Iglesia,

llevar el Viático a los moribundos,

leer la sagrada Escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo,

presidir el rito de los funerales y de la sepultura.

Tras la Liturgia de la Palabra se realizó el primer rito de la Ordenación diaconal: la elección del candidato.

El Padre Superior de la Comunidad de Castellón llamó por su nombre al que va a realizar su Ordenación.

A continuación, el Padre Provincial de la Merced de Aragón pidió a Monseñor Casimiro que Fray César fuera ordenado Diácono. Tras considerar su dignidad, fue elegido para el Orden de los diáconos.

Después Don Casimiro realizó la homilía, destacando en primer lugar el proceso vocacional de Fray César, después recordando la importancia de la vocación cristiana, tanto a la Vida Sacerdotal, Vida Consagrada y Vida Matrimonial, porque todos estamos llamados por Dios a una vocación.

Continuó y concluyó la homilía recordando las características del ministerio del diaconado

Después, continuó el rito de la Ordenación diaconal.

En primer lugar, Fray César realizó las promesas que comprometen este ministerio ante el Obispo ordenante.

Siguió el rezo de las letanías, donde Fray César se prostró en el suelo, como signo de humildad ante la grandeza del Señor, y signo de disponibilidad a la acción de Dios en su vida.

Luego, el momento central de la ordenación que es la imposición de manos del Obispo y la plegaria de ordenación.

Concluida la parte central del rito, Fray César fue revestido con la estola al estilo diaconal y la dalmática, prenda litúrgica propia del diácono; después le hizo entrega del libro de los Evangelios; concluyendo el rito de la Ordenación con el beso de paz del Obispo ordenante y de los Diáconos presentes.

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Una vez Ordenado diácono, realizó en la Eucaristía las tareas propias del diácono:

servir el altar, dar la Comunión…

y pronunciar las palabras de invitación de «daos fraternalmente la paz» y «podéis ir en paz».

Imágenes propias y

El P. Provincial felicitó al nuevo Ordenado con unas palabras de agradecimiento a Dios, y a la Comunidad Religiosa y Parroquial que acompaña en su día a día a Fray César.