«Nadie tiene amor más grande

que el que da la vida por los amigos»

 

En las Constituciones de 1272 (el prólogo lo consideramos como el testamento espiritual de San Pedro Nolasco) se afirma…

«Axi com a fills de vera obediencia alegrament sien aparelats tots temps tots frares daquest orde si es mester es posarlos vida axi com Jesu Christ la posá per nos».

«Como hijos de verdadera obediencia, estén siempre alegremente dispuestos a dar sus vidas, si es menester como Jesucristo la dio por nosotros “

Los mercedarios emiten el cuarto voto, llamado de sangre. Tenían si hacía falta, que quedarse de rehén para poder liberar a cautivos que estaban en peligro de apostatar de la fe.

Cuando San Pedro Nolasco asume su condición de redentor, lo hace teniendo como modelo a Cristo Redentor.

San Pedro Nolasco vio en el Jesús Liberador al Cristo Redentor.

La fundación de la Orden es la puesta en práctica del proyecto evangélico que tiene como opción preferencial la liberación de los cautivos siguiendo el ejemplo del Jesús Liberador para alcanzar la redención plena, siguiendo el ejemplo del Cristo Redentor que entrega su vida para alcanzar la vida eterna.

Cristo Redentor se ha manifestado en la vida de la Merced como la imagen más viva de todo el ser de Cristo.

Ha visitado a su pueblo.

Ha manifestado su amistad.

En el inicio del capítulo segundo de las Constituciones, que habla de la oración y prácticas de piedad nos dice: «Vemos en nuestro Padre san Pedro Nolasco el guía y modelo de la oración mercedaria, imitamos su actitud contemplativa y encontramos, en la unión con Cristo Redentor que sufre en los cautivos, la fuerza que nos convierte en mensajeros de amor y libertad» (COM 57).