Los formandos religiosos del Seminario Mercedario en Venezuela Nolasco cuentan su experiencia de cuarentena ante la alarma mundial que se ha desencadenado por la propagación del coronavirus.
Ya lo hicieron la semana anterior las diferentes casas de formación de la Provincia Mercedaria de Aragón en España, África y en Panamá, y ahora nos cuentan cómo llevan esta situación los religiosos y jóvenes seminario San Pedro Nolasco, ubicado en el Estado Táchira.
Fray José Leonardo Sánchez nos ha enviado unas palabras para describir qué han tenido que hacer en la comunidad para afrontar este momento. Aquí está:
Cuarentena en el Seminario Mercedario en Venezuela
Para muchos de ellos ha sido él volver a casa, el reencontrarse con sus familias y el saber estar. No ha sido y no está siendo fácil está situación, pero con la ayuda de Dios y nuestra Madre de la Merced seguimos con la esperanza viva.
Algunos testimonios de los jóvenes formandos del Seminario Mercedario en Venezuela, San Pedro Nolasco:
“Volver a casa ha sido recordar mis raíces, vivir mi fe desde ese amor que me presentaron mis padres. Ver a Jesús en cada uno de mis seres queridos y vivir sus necesidades, estos días los defino como una oportunidad de vivir y compartir a Jesús a mis sobrinos, hermanos y cada uno de mis allegados. Son días difíciles, pero con la familia siempre todo está de sonrisa”.
“He podido experimentar lo que vive nuestra gente día a día, escasez de alimentos, energía eléctrica, gasolina, agua. Pero animando y siendo esperanza”.
“Me ha ayudado a fortalecer mi vocación, mi familia, un pilar fundamental para mí vocación, seguir mi formación académica y mi cercanía con los formadores desde la distancia”.
“Han sido días difíciles desde la distancia, la familia, los amigos, la vocación. Siempre apoyados en la protección maternal de nuestra Madre la Virgen”.
Al interior del seminario están los sacerdotes
En el Seminario Mercedario en Venezuela quedaron entonces los frailes de la comunidad formativa José Leonardo Sánchez ‘Cheo’ y Juan A. Duque, y fray Héctor Flores, vicario provincial.
“Todos los días hacemos la misa, rezamos juntos la Liturgia de las horas. Estamos pendientes de la casa, la limpieza y cuidado. Estamos criando unos cerdos, cuidando los loros, los conejos y los perros. Pasamos el tiempo leyendo, estudiando, trabajando y cuidándonos… Cuando la energía eléctrica y el internet lo permiten transmitimos la eucaristía por las redes sociales, de igual manera la grabamos y la enviamos a los grupos de WhatsApp”, han informado desde el seminario San Pedro Nolasco.
También siguen en contacto con los aspirantes y postulantes por medio telefónico, “enviamos algunos mensajes. Todas las semanas tratamos de comunicarnos con ellos, cuándo la energía eléctrica y el Internet lo permiten, porque muchas veces tenemos sólo tres horas al día de luz”.
“Están siendo momentos complejos, se agudiza la situación en el país. Ya no sólo es la pandemia del Covid-19, sino todo el caos económico, social y político que está tocando lo más profundo de la realidad de la vida del venezolano, y no somos inmunes a esta situación… Mantenemos la esperanza y la confianza en Dios. La oración ha sido y es la fortaleza en estos momentos, pero es difícil”, concluyeron los religiosos.