VOTOS SOLEMNES de Fr. ABEL PÉREZ VILLEGAS
En un mundo como el nuestro el que un joven que tenga estudios, trabajo y hasta una bonita novia lo deje todo para entregarse a Cristo puede parecer una locura. No en vano un servidor escuchó en una ocasión en el mercado a dos mujeres charlar sobre este tema y una de ellas dijo a la otra: “antes prefiero ver a mi hijo muerto que cura”. Para quienes piensan así la vida de Abel va derechita al sumidero.