Detrás de la celebración de los Votos Solemnes de Fray Abel Pérez Villegas hay una historia particular, que llama bastante la atención.

 

En un mundo como el nuestro el que un joven que tenga estudios, trabajo y hasta una bonita novia lo deje todo para entregarse a Cristo, puede parecer una locura.

 

No en vano un servidor escuchó en una ocasión en el mercado a dos mujeres charlar sobre este tema y una de ellas dijo a la otra: “antes prefiero ver a mi hijo muerto que cura”. Para quienes piensan así la vida de Fray Abel va derechita al sumidero.

 

Para quien Dios no es nada en su vida o algo muy secundario y todo lo llena lo empírico y lo palpable, el tener mucho dinero en el banco, la búsqueda del confort y del placer, la ostentación del poder y del éxito, tener buena posición social o profesional y cosas por el estilo… lo de Abel es una especie de suicidio “a cámara lenta”, es como ser un muerto en vida, alguien que ha tirado “por la borda” su única ocasión de vivir….

 

Y lo comparto plenamente si la vida sólo fuera un fenómeno biológico, una mera función material.

 

Cómo llegó a los Votos Solemnes Fray Abel Pérez

 

Sin embargo hay personas que “bucean”, que reflexionan acerca del don único y extraordinario de estar vivos, que perciben el latido de lo que de inmaterial hay en uno mismo y se preguntan por su origen.

 

No silencian ese susurro inefable, no aceptan vivir anestesiados y arrastrados por la corriente de lo que lo que el mundo impone ni se conforman con su inanidad obligada que, a fin de cuentas, es caduca.

 

Tienen “sed” de algo más o, mejor dicho, tienen sed de “Alguien” más porque su huella en el alma tiene rostro, es una firma personal y ellos la perciben y la buscan… Ya decía San Agustín: nos has creado, Señor, para ti y nuestro corazón permanecerá inquieto hasta que descanse en Ti”.

 

Fray Abel Pérez Villegas acompaado de su señora madre.
Fray Abel Pérez Villegas acompaado de su señora madre.

 

Ver a los demás como Dios nos ve

 

Tan sólo sabremos lo que somos desde Dios, tan sólo llenaremos nuestras vidas si nos sumergimos en Dios, tan sólo sabremos lo que es el Amor si nos dejamos amar por Dios y vemos a los demás como Dios nos ve.

 

Es por eso que lo de este joven tiene sentido sólo desde Dios.

 

La profesión de Votos Solemnes de Fray Abel Pérez, el 26 de noviembre de 2016 ha sido especial.

 

Un Dios real, que obra en nosotros de manera real y que, yendo a su encuentro, otorga al alma una felicidad y una paz que el mundo con todo su escaparate de pasiones y vanidades nunca podrá dar antes bien, lo contrario.

 

Es por eso que lo quiere como único patrimonio y por lo que desea ser “arcilla entre sus manos” para ser vehículo de su amor y de su gracia hacia sus otros hijos, nuestros hermanos.

 

Así es como Abel, al entregarse a las manos de Dios, lo ha ganado todo, no ha perdido nada. Es por ello que es feliz, porque responde a quien le ha llamado y confía en su Amor. Es por ello que está en paz porque, frente a las mentiras de este mundo caduco él ha preferido la eternidad de la Verdad. Tu vida no va hacia el sumidero, Abel, las vanidades del mundo caducas y fugaces sí.

 

En el día de los Votos Solemnes de Fray Abel Pérez… ¡Felicidades, has elegido bien!

 

Ver también:

 

Abel Pérez ¡un sacerdote mercedario más!

 

Francisco Alises, de enfermero a novicio mercedario

 

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